Sobre la represión contra las mujeres y hombres en resistencia

Al ser esta la semana de el día internacional de la mujer, desde radio8deoctubre queremos recordar las víctimas de asesinatos y maltratos, registrados en Honduras en el mes de febrero de este año.

Honduras está viviendo un contexto de grave hostigamiento contra los miembros y miembras activas de la resistencia contra el golpe de estado, sindicalistas y comunicadores sociales, así como sus hijos e hijas.

Como verán, de lo poco que se sabe, durante el último mes, se han asesinado a tres mujeres vinculadas a la resistencia y han violado sexualmente a otras dos, se han realizado más de medio centenar de detenciones, ocho casos de torturas, dos secuestros, y un allanamiento de domicilio.

El 3 de febrero de este año, Vanessa Zepeda Alonzo, de 29 años de edad, quien era activa en el Frente de Resistencia y afiliada al Sindicato de Empleados de la Seguridad Social, fue encontrada muerta en Tegucigalpa.

El 9 de febrero del 2010 fueron secuestrados cinco miembros de una familia que es activa en la resistencia, por siete hombres fuertemente armados que vestían uniforme militar y tenían el rostro cubierto con gorros pasamontañas.

Una de las personas secuestradas era una joven que había denunciado en agosto de 2009 haber sido violada sexualmente por cuatro policías luego de haber sido detenida en una manifestación contra el golpe de Estado del 29 de junio.

Los hombres armados interceptaron el vehículo en el cual viajaba la joven junto con su hermano, su hermana y otras dos personas; cuando les ofrecieron las llaves del auto, respondieron que lo que querían era a la joven, “a ver si esta vez los denunciaba”.

Los cinco fueron obligados a punta de pistola a caminar montaña adentro, donde dos de las mujeres fueron violadas sexualmente; la tercera fue víctima de robo y amenazas de muerte, y los dos hombres fueron sometidos a torturas físicas. Horas después fueron liberados.

El 15 de febrero de este año, Julio Funez Benitez, miembro activo de la resistencia y afiliado al Sindicato de Trabajadores de SANAA, fue asesinado de dos balazos mientras conversaba en la acera de su casa, por sujetos desconocidos que se transportaban en una motocicleta.

El 17 de febrero de 2010 apareció ahorcada Dara Gudiel, de 17 años de edad, en la Ciudad de Danlí, en el departamento de Paraíso.

Ella era hija del comunicador social Enrique Gudiel, quien dirige un programa de radio llamado “Siempre al Frente con el Frente”, donde se transmiten informaciones sobre la resistencia.

Días antes de aparecer, Dara había sido liberada, luego de permanecer secuestrada dos días durante los cuales habría sido maltratada físicamente.

El 24 de febrero de este año el día de su cumpleaños, fue asesinada en su casa, frente a sus hijos de 2 y 8 años de edad Claudia Maritza Brizuela, de 36 años de edad.

Ella era hija del dirigente sindical y social Pedro Brizuela, que participa activamente en la resistencia.

La Comisión internacional de derechos humanos, observa que se están asesinando, secuestrando agrediendo y amenazando a los hijos y a las hijas de los líderes del Frente de Resistencia, como una estrategia para silenciarlos y silenciarlas.

Deploramos los feminicidios y los asesinatos a los miembros y a las miembras activas de la resistencia al golpe de estado, los secuestros, detenciones arbitrarias, torturas, violaciones sexuales, allanamientos ilegales y amenazas de que han sido víctimas los y las hondureñas, hombres, mujeres y sus familiares, en la resistencia o no contra el golpe de Estado.

Creemos que todas las personas tienen derecho a vivir felices, integra y dignamente, que todas las personas tienen derecho a organizarse como mejor les parezca sin ser perseguidos por la paranoia de los gobernantes y que todas las personas tienen derecho a la libre información y expresión.

Creemos que si los y las que nos gobiernan no nos están garantizando estos derechos básicos, es deber de todos y todas denunciarlo y hacer lo que sea necesario para cambiar la situación, no sólo de nuestro país, sino del mundo, de nuestros hermanos, nuestras hermanas, nuestros hijos, nuestras abuelas, nuestros amigos, nuestras madres, nuestra madre tierra.

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